
El tabaquismo es una de las mayores amenazas para la salud pública que ha tenido que afrontar el mundo y ahora mismo continúa siendo la principal causa de morbimortalidad a nivel mundial y nacional. El consumo de tabaco puede llegar a matar a la mitad de sus consumidores: alrededor de 8 millones de personas al año, de las cuales unos 7 millones son consumidores del producto. Sin embargo, cerca de un millón son no fumadores que están expuestos al humo ajeno.
En nuestro país, el tabaquismo también se considera el principal problema de salud pública y la primera causa de muerte evitable. Unas 50.000 muertes al año son atribuibles al consumo de tabaco; y de ellas, unas 3.000 son fumadores pasivos. El cáncer de pulmón y la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) tienen su causa principal en el consumo de tabaco
Repunte del consumo de tabaco en nuestro país
Catorce años después de la primera ley antitabaco, en España se fuma tanto como antes de aplicarla, lo que implica un repunte en el consumo de tabaco.
La Ley 28/2005 –luego vino la 42/2010– prohibía fumar en bares y la publicidad del tabaco. También endurecía las advertencias sobre los efectos nocivos en la salud. Gracias a ello, el consumo se redujo notablemente y supuso un importante avance en la protección de la salud de la población, además de un incentivo para dejar de fumar. Sin embargo, actualmente la tendencia es ascendente, según la bienal encuesta EDADES del Ministerio de Sanidad. En 2017 fumaban diariamente el 34% de españoles; en 2015, el 30,8%. En 2005 eran el 32,8%.
También se observa en estos últimos años un cambio de tendencia en el consumo: disminuye en los hombres y aumenta en las mujeres. Aunque tradicionalmente el consumo ha sido mayor en los hombres, las diferencias se están acortando, y actualmente entre los estudiantes de 14-18 años ya destaca el mayor consumo en chicas.
Cuesta entender que en un país en el que lleva años asentada una normativa que no permite el tabaco en los bares, sin publicidad y con años de campaña sobre su nocividad, cada vez se fuma más; y son muchas sociedades científicas y organismos los que denuncian una relajación en el cumplimiento de la legislación.
Aunque globalmente se constatan los efectos positivos de la ley 28/2005 y sus modificaciones, es necesario reforzar su cumplimiento, especialmente en zonas como el recinto de centros sanitarios, recintos de administraciones públicas o las terrazas de hostelería. Así mismo, se reclaman nuevas medidas de avance en la regulación, como ya se ha hecho en otras regiones y países de nuestro entorno
Impacto sobre la salud del humo ambiental. El humo ajeno mata
La exposición al humo ambiental del tabaco continúa asociándose a una importante carga de morbilidad y mortalidad para la población, donde niñas, niños y embarazadas constituyen grupos de especial riesgo. Se estima que el número de muertes atribuibles al humo ambiental en España ascendió a 1.028 fallecimientos en 2017.
El humo de tabaco ajeno o tabaquismo pasivo es responsable de una de cada 10 muertes relacionadas con el tabaco. El humo del tabaco contiene más de 4.000 productos químicos, de los cuales se sabe que al menos 250 son nocivos y más de 50 causan cáncer; y no hay un nivel seguro de exposición al humo de tabaco ajeno.
·En los adultos, el humo ajeno causa graves trastornos cardiovasculares y respiratorios, en particular coronariopatías y cáncer de pulmón. Entre los lactantes aumenta el riesgo de muerte súbita. En las mujeres embarazadas ocasiona complicaciones del embarazo y bajo peso del recién nacido.
·El humo de tabaco ajeno causa alrededor de 1,2 millones de muertes prematuras cada año y 65.000 niños mueren por enfermedades atribuibles al humo de tabaco de otros en el mismo periodo de tiempo.
El tabaco residual es otra vía de exposición pasiva. Se trata de la presencia de partículas del tabaco en el aire, así como en ambientes interiores del hogar e interior de los vehículos de fumadores. Estas partículas quedan depositadas allí después de fumar. Diferentes estudios han mostrado las consecuencias en la salud de los fumadores pasivos, especialmente de los más vulnerables, niños, que conviven con fumadores.
Todas las personas deberían poder respirar aire sin humo. Las zonas de fumadores separadas que se hicieron no protegen a los no fumadores frente a la inhalación de humo ajeno porque el humo puede propagarse de una zona a otra. Inhalar humo ajeno en espacios al aire libre con gran proximidad como terrazas, piscinas, playas y eventos deportivos tampoco protege a los no fumadores y solo un ambiente totalmente libre de humo constituye una protección efectiva.
Por lo tanto, crear ambientes totalmente libres de humo de tabaco es la única manera de proteger a las personas de los efectos nocivos del tabaquismo pasivo. En una gran mayoría de países del mundo se protege a los no fumadores por leyes nacionales integrales sobre espacios sin humo.
Las leyes contra el humo protegen la salud de los no fumadores, son bien acogidas y se ha demostrado que no perjudican a los negocios. Animan a los fumadores a dejar de fumar y sirven de modelos positivos a los niños para que no se incorporen al tabaco en el futuro. Hay que recordar que siempre que fumamos delante de un niño le estamos obligando a fumar.
Acciones que se están realizando por parte de la OMS y del Ministerio de Sanidad
La OMS, mediante su Convenio Marco para el Control del Tabaco en su artículo 8, que trata la Protección contra la exposición al humo de tabaco, insta a los países a tomar medidas sobre para proteger a los fumadores pasivos del humo ajeno:
1. La ciencia ha demostrado de manera inequívoca que la exposición al humo de tabaco es causa de mortalidad, morbilidad y discapacidad.
2. Los países adoptarán y aplicarán, en áreas de la jurisdicción nacional existente y conforme determine la legislación nacional, medidas legislativas, ejecutivas, administrativas y/u otras medidas eficaces de protección contra la exposición al humo de tabaco en lugares de trabajo interiores, medios de transporte público, lugares públicos cerrados y, según proceda, otros lugares públicos. Y promoverá activamente la adopción y aplicación de esas medidas en otros niveles jurisdiccionales.
La OMS, dentro de uno de sus objetivos de desarrollo sostenible (ODS) en la mejora de la salud y bienestar de la población, contempla la prevención del tabaquismo como una línea primordial, y a través de su paquete de medidas de la lucha contra el tabaco conocido como MPOWER ayuda a los países proteger a las personas contra el tabaquismo pasivo. Basándose en los compromisos acordados internacionalmente en el contexto del Convenio Marco de Control de Tabaco de la OMS y siguiendo las directrices de esta estrategia MPOWER, el Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social (MSCBS) ha propuesto llevar a cabo durante 2019-20 una serie de acciones. Estas medidas están en línea con la evidencia científica y las peticiones de la comunidad médico-científica, de las entidades sociales, así como con el informe de la SEE sobre Evaluación de las políticas de control del tabaquismo en España (Leyes 28/2005 y 42/2010) y la Declaración de Madrid-2018 por la salud y para el avance de la regulación del tabaco en España.
Las acciones propuestas por el MSCBS, acordes con Medidas MPOWER, son las siguientes:
Monitor. Vigilar el consumo de tabaco y las políticas de prevención. Ver su efectividad teniendo en cuenta el nivel socioeconómico, sexo y edad.
Protect. Proteger a la población del humo de tabaco: Espacios libres de humo. Reforzar el cumplimiento de la Ley 28/2005 y promover avances en la regulación de los espacios sin humo.
Offer. Ofrecer ayuda para el abandono del tabaco con un plan de atención sanitaria al fumador mediante un abordaje sistemático desde el Sistema nacional de Salud.
Warn. Advertir sobre los peligros del tabaco con campañas de sensibilización y avances en la regulación del etiquetado.
Enforce. Hacer cumplir las prohibiciones sobre publicidad, promoción y patrocinio del tabaco, reforzando el cumplimiento de la Ley 28/2005 con medidas más estrictas.
Raise. Aumentar los impuestos sobre el tabaco: aumento de precio.
Dentro de las acciones de Proteger a la población del humo de tabaco, el Ministerio está intentando avanzar en el refuerzo del cumplimiento de la Ley 28/2005 en las áreas donde se ha visto un menor cumplimiento y mayor exposición al humo ambiental de tabaco, es decir, en terrazas de hostelería y en recintos sanitarios. Promover la ampliación de los espacios sin humo a otros de espacios al aire libre como centros deportivos y de ocio o particulares. Y apoyar iniciativas de buenas prácticas como “playas sin humo”, considerándose también espacios libres sin humo aquellos en los que exista concentración de personas durante un tiempo, como espectáculos o eventos deportivos.
Desde algunas sociedades científicas como la Sociedad española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR) ya se afirma que, además de para la salud, el tabaco contribuye a la contaminación ambiental de una manera importante y eso es algo de lo que no son suficientemente conscientes ni la población general ni los poderes públicos. Y que la primera tarea que tenemos por delante es la concienciación sobre el alto impacto que el tabaco tiene no solo para la salud humana, sino también para nuestro medio ambiente.
Playas sin humo. Un proyecto de salud y protección natural
El medio ambiente es el fumador pasivo que más sufre. La producción de tabaco provoca contaminación de los recursos naturales, pérdida de biodiversidad, aumento del cambio climático y mala calidad del aire urbano. Según destaca la OMS en un informe del centro para el control del tabaco, ningún otro producto causa tanto daño al medio ambiente desde su cultivo, producción, uso y desecho como el tabaco
Según un artículo publicado en la revista International Journal of Environmental Research and Public Health, las colillas se consideran «residuos peligrosos». Como afirman sus autores, un equipo de la Universidad de California y la Universidad del Estado de San Diego (EEUU), cada año representan más de 845.000 toneladas de residuos.
Los filtros de las colillas están hechos de acetato de celulosa, un material no biodegradable cuyo efecto contaminante puede durar en el entorno 25 años hasta que se descompone. El estudio señala que en las playas americanas las colillas representan un tercio de todos los residuos recogidos.
Además del filtro, la colilla puede conservar las sustancias tóxicas que componen el cigarrillo. La nicotina y el alquitrán de un solo cigarrillo pueden contaminar hasta 50 litros de agua. El informe de la FSU indica además que casi la mitad de la basura en las calles está formada por colillas. Estos residuos pueden llegar a ríos, océanos y lagos y ser ingeridos por pájaros, peces y otros animales, que pueden morir al no ser capaces de digerirlos.
En España varias comunidades están anunciando iniciativas como la creación de una red de playas libres de humo. En la mayoría de las comunidades costeras existe actualmente una red de este tipo, creada con el objetivo de desnormalizar el consumo del tabaco en estos entornos, promover hábitos de vida saludable, concienciar de sus efectos medioambientales y respetar y cuidar el medio ambiente con identificación de espacio libre de humo, sin sanciones (porque la Ley del 2010 no lo contempla) y donde son los propios ciudadanos los que recuerdan a los fumadores que allí no se fuma. La medida goza de gran aceptación por los usuarios de las playas según demuestran las encuestas de la Red Gallega.
En otros países como Australia han conseguido una mayor reducción del número de fumadores que nosotros, y la causa puede estar en que ellos han continuado con medidas que presionan y promocionan la normalidad de no fumar. Aumento de impuestos, cambios en el empaquetado y restricción sobre el consumo de tabaco en espacios libres comunes sin humo, eventos deportivos e interior del coche, sobre todo si hay niños.
Se requieren estrategias definitivas y mantenidas en las cuales participemos todos, ciudadanos e instituciones, para así poder luchar contra este efecto medioambiental y sobre nuestra salud como es el tabaco y contribuir así a mejorar nuestra salud y la de nuestro planeta.
Fuentes:
Muertes atribuibles al consumo de tabaco en España, 2000-2014. Madrid: Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, 2016. http://www.mscbs.gob.es/estadEstudios/estadisticas/estadisticas/estMinisterio/mortalidad/docs/Muer tesTabacoEspana2014.pdf
Encuesta Nacional de Salud de España 2017. Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social. Disponible en:http://www.mscbs.gob.es/estadEstudios/estadisticas/encuestaNacional/encuestaNac2017/encuestaRes Detall2017.htm
Encuesta Estatal sobre Uso de Drogas en Enseñanzas Secundarias (ESTUDES). Observatorio español sobre drogas. PNSD. Disponible en: http://www.pnsd.mscbs.gob.es/profesionales/sistemasInformacion/sistemaInformacion/encuestas_EST UDES.htm
Evaluación de las políticas de control del tabaquismo en España (Leyes 28/2005 y 42/2010) Revisión de la evidencia https://www.seepidemiologia.es/documents/dummy/V9.0%20-%20Libro%20Tabaquismo%202017%20%20Abierto%20Final.pdfDeclaración de Madrid-2018 por la salud y para el avance de la regulación del tabaco en España: http://www.cnpt.es/documentacion/publicaciones/952eada3a05d805dbef5a769714d81452aa204eafea966 c2a79718fa7906a3a6.pdf