
El discurso informativo de los medios de comunicación responde a una realidad construida a partir de una serie de aspectos (actualidad, proximidad, relevancia, línea editorial…) que establece una gradación entre los sujetos protagonistas de las noticias. En esa escala jerárquica, la mujer migrante no ha aparecido durante mucho tiempo e incluso, actualmente, cuando se intenta desde el periodismo equilibrar la presencia de las mujeres en las piezas informativas, su presencia en los medios de comunicación es escasa y ligada a determinados estereotipos.
El informe Refugiados y migrantes, de Naciones Unidas (2016), señalaba cómo de los 244 millones de migrantes, cuantificados en aquella fecha, la mitad eran mujeres. A esta cifra se añadía, además, el número de mujeres refugiadas en el mundo: más de nueve millones. La población extranjera en España es superior a 4.400.000 personas (INE, 2017) y, una vez más, la distribución por sexos está bastante igualada, pues un 49,3% representa a las mujeres frente al 50,6% de hombres extranjeros.
Que la aparición de las mujeres migrantes en las informaciones, a pesar de su peso numérico, sea limitada, depende, como ya se ha señalado, de los parámetros estandarizados de lo que es noticia y se aleja, por tanto, de aquellas historias que puede ser “descubribles” (Ortega, 2004).
Desde el proyecto de investigación multidisciplinar In.migra2, grupo Medios, liderado por el catedrático Luis Guerra, no se podían obviar estos datos al establecer nuestra línea de investigación en torno al discurso periodístico y los movimientos migratorios. Así, la posición de las mujeres migrantes en la prensa española se ha estudiado partiendo del análisis de contenido, basado en las metodologías cuantitativa y cualitativa, con el que poder procesar los datos más relevantes que se hayan producido en los textos periodísticos (Piñuel, 2002) y conocer el verdadero papel de estas mujeres migrantes en la sociedad española y en los medios de comunicación. Desde 2007, fecha en la que se estableció el grupo de investigación Inmigra, se ha ido demostrado en diversos trabajos cómo los estereotipos ligados al término inmigrantes, como colectivo, afecta en mayor medida a las mujeres migrantes como sujetos individuales.
Los medios son responsables ante los públicos de la transmisión de los mensajes periodísticos y, en consecuencia, también de la imagen que generan sobre diversos asuntos de interés global. En los últimos 30 años, el planteamiento informativo de la inmigración se ha ido modificando desde los medios atendiendo la premisa de lo actual y noticioso:
- 1989-1999. Los medios, en general, presentaban a los inmigrantes como amenaza social (“sinpapeles” que llegaban en “avalanchas” a España desde la “clandestinidad” y la “ilegalidad”, haciéndose protagonistas de las noticias de “delincuencia”) por los términos empleados al dar nombre a los migrantes y a la realidad que les circundaba. Migrantes de diferentes orígenes y procedencias, convirtiendo la heterogeneidad en un problema y olvidando que la integración social de los inmigrantes, que empieza por su propia denominación, es fundamental para que se produzca la cohesión social y los migrantes sean sujetos con derechos y responsabilidades en el país de acogida (Gallardo, 2008). La desvalorización de la mujer migrante, como el hombre en este caso, viene dada al ser englobada en los términos colectivos y despectivos antes citados. De ahí parte la invisibilidad.
- 2000-2010. Los periodistas decidieron publicar informaciones con un cariz más positivo, a pesar de que no dejaron de aparecer noticias que inducían a temor o a la compasión (inmigrante-delincuente; inmigrante-víctima). Se empezó a considerar que hablar de la integración de estas personas en la sociedad (Israel Garzón, 2006) beneficiaba a todos. Las agencias de información y los medios se comprometieron en la redacción de libros de estilo con una serie de pautas que permitiesen presentar de una manera más respetuosa al fenómeno de la inmigración, donde sus fuentes de información fuesen también personas inmigradas. Además, surgieron en España, como nuevos medios, periódicos vinculados con la inmigración, como Latino y Sí se puede, donde la presencia de las mujeres migrantes era constante. Informaciones de mujeres triunfadoras en sus ámbitos profesionales y también de aquellas que narran las dificultades en la consecución de trabajo, casa y papeles (Revilla, 2012), aunque siempre dándoles una presencia como ciudadanas individuales difíciles de encontrar en otros medios de comunicación social.
- 2010-2019. La recesión económica provocó una nueva imagen estereotipada de los inmigrantes: la de “culpables” de la crisis, sin tener en cuenta su aportación al crecimiento económico de España. Se les acusaba de explotar el sistema asistencial y de acabar con el estado de bienestar por su aprovechamiento. La realidad era que la destrucción de puestos de empleo repercutió directamente en la entrada de mano de obra extranjera (Fernández Collados, 2017) llevando a muchos a volver a sus países de origen (aquellos que podían permitírselo) y a buscar un nuevo modelo de inmigrante: emprendedor y con cualificación profesional. Las mujeres migrantes también perdieron la mayoría de los empleos con la desaparición de muchos de los trabajos domésticos que hasta entonces existían (Farré; González y Ortega, 2010) y la posibilidad de convertirse en noticia positiva en los medios.
A la crisis económica se le sumó la humana de los desplazamientos de refugiados, fundamentalmente por la guerra de Siria (2011). El foco mediático se desplaza entonces hacia los refugiados olvidando a los “otros” migrantes que abandonaban sus países por motivos económicos.
Las mujeres migrantes, por tanto, no han sido ajenas a esos vaivenes informativos. Los medios no son más generosos en su percepción en la actualidad, sino que siguen insistiendo en la invisibilidad de las mujeres migrantes en informaciones de carácter positivo, pues los asuntos con los que se las asocia tienen consecuencias negativas: desempleo, violencia de género (“Una mujer dominicana, la primera víctima de violencia de género de 2019”, ABC, 4/01/2019), trata de personas, delincuencia (“Liberada una joven con discapacidad intelectual [de nacionalidad rumana] obligada a ejercer la prostitución, El País, 13/01/2019).
Es decir, las mujeres se perciben como sujetos que reciben o provocan la violencia y que no son capaces de generar informaciones positivas por sí mismas, sino que se presentan como un colectivo con características interrelacionadas y no como personas individuales. Una estrategia de estereotipación por parte de los medios, que distorsiona y excluye de las actividades sociales a las mujeres migrantes.
La llegada de embarcaciones a las costas españolas no deja de producirse: “Rescatados 586 migrantes durante el fin de semana frente a las costas andaluzas” (elpais.com, 7/01/2019), “Un muerto y 290 rescatados en otra jornada crítica en el Estrecho” (ABC, 3/01/2019) o “Rescatadas 111 personas en Alborán y el Estrecho” (El País, 2/01/2019).
¿Dónde están las mujeres? “Una mujer da a luz a gemelos tras llegar en patera a Motril con otros 158 embarcados” (El País, 7/01/2019), “Rescatados cien inmigrantes en el mar, entre ellos 14 mujeres y tres niños” (Abc, 3/04/17). Las referencias de estas mujeres migrantes son como madres, como víctimas, como cifras, anulando posibles historias de superación, de emprendimiento o de éxito profesional en el país de acogida.
Las mujeres inmigrantes son noticia si la historia habla de víctimas y de verdugos; si las noticias aluden a delitos contra la propiedad o la salud pública; si las informaciones están relacionadas con la violencia de género. Y al presentar a estas mujeres en las noticias no se tiene en cuenta el principio de la “no discriminación” mencionando su nacionalidad, cuando la procedencia de los autores de un delito es irrelevante desde el punto de vista informativo.
La prensa vuelve a incumplir los criterios de redacción estipulados en los diferentes códigos deontológicos de la profesión periodística, como el del Sindicato de Periodistas de Madrid, donde se ponía de manifiesto la necesidad de evitar “el uso de todo lenguaje discriminatorio, ya sea por razón de nacimiento, raza, sexo, religión, opinión o cualquier otra condición o circunstancia personal o social” (2000: en línea).
En definitiva, la mujer inmigrante se presenta como sujeto marginal; no como una persona que participa de la sociedad de acogida y que contribuye de una manera positiva en ella, quizá porque la sociedad española sigue siendo prejuiciosa y no existe una visibilidad social de las mujeres en general y de las mujeres migrantes en particular, y en consecuencia tampoco en la cobertura mediática Por tanto, los cambios deseados en la perspectiva de los medios ante las mujeres migrantes han quedado en una mera propuesta que puede ser aprovechada y desarrollada en los próximos años por los periodistas.
Bibliografía
Código Deontológico del Sindicato de Periodistas de Madrid (2000). Recuperado de http://sindicato-periodistas.es/docs/basicos/codigo_deontologico.pdf
Farré, L; González, L; Ortega, F. (2011). Immigration, Family Responsibilities and the Labor Supply of Skilled Native Women. The B.E. Journal of Economic Analysis & Policy, 11. Recuperado de http://digital.csic.es/bitstream/10261/48381/3/Immigration,%20Family%20Responsibilities.pdf
Fernández Collados, M. B. (2017). Los inmigrantes ante el mercado laboral español en tiempos de crisis. Barataria: revista castellano-manchega de ciencias sociales, 23, 53-70.
Gallardo, C. Mª (2008). Migración y mujer: para un mundo mejor. En J. García Roca y J. Lacamba. (Coords.), La inmigración en la sociedad española (p. 29-44). Barcelona: Edicions Bella Terra.
Informe Refugiados y migrantes, de Naciones Unidas (2016). Recuperado de http://www.unwomen.org/es/news/in-focus/women-refugees-and-migrants
Instituto Nacional de Estadística (2017). Recuperado en www.ine.es
Israel Garzón, E. (2006). La inmigración en clave periodística. Casqui. Revista Latinoamericana de Comunicación, 93, 22-29.
Ortega, P. (2004). La inmigración contada. Recuperado de http://www.carm.es/ctra/cendoc/doc-pdf/pub/pub-0051.pdf
Piñuel, J. L. (2002). Epistemología, metodología y técnicas del análisis de contenido. Recuperado de https://www.ucm.es/data/cont/docs/268-2013-07-29-
Revilla, A. (2012). La mujer inmigrante en los medios de integración. En Actas I Congreso Internacional de Comunicación y Género: 5-7 de marzo de 2012 (pp. 988-998). Sevilla: Universidad de Sevilla.