
La determinación de peso y composición corporal óptimos para cada deporte es importante de cara al rendimiento deportivo, pero, al mismo tiempo, la insatisfacción con la imagen corporal y la obsesión por la delgadez puede resultar en un menor rendimiento y en problemas de salud (Hagmar et al., 2008).
La natación artística (NA, antes llamada natación sincronizada) es un deporte único por sus requerimientos físicos (Mountjoy et al., 2009; Schaal et al., 2017). A pesar de su fuerte componente estético, el aspecto corporal no es puntuable, pero sí es considerado un factor importante por entrenadores y nadadoras. Asociado este aspecto con el intenso entrenamiento, se deduce que la demanda nutricional y psicológica de la nadadora artística es compleja.
Algunos estudios demuestran que en la NA se encuentra una mayor incidencia de trastornos del comportamiento alimentario (TCA, Robertson et al., 2014). Las consecuencias pueden ser especialmente graves en el caso de niñas y adolescentes, tanto para su salud y desarrollo como para el rendimiento deportivo, por lo que es importante la prevención y detección temprana, pero no hay publicaciones sobre relación entre comportamiento alimentario y NA en niñas.
Con esta preocupación, un equipo investigador multidisciplinar de la Universidad Europea, compuesto por las doctoras María Ascensión Blanco, Laura de la Calle, María Gaibar, Apolonia Novillo, Ana Fernández Santander, Cristina Andreu y Alicia Romero Lorca, de las facultades de Ciencias Biomédicas y de la Salud y de Ciencias de la Actividad Física y el Deporte, consideró necesario un estudio sobre nadadoras de artística en edad escolar. En esta línea, se utilizó una muestra de 60 niñas entre 9 y 17 años que practicaban natación artística a nivel nacional en la Comunidad de Madrid, comparándolas con un grupo control de 90 niñas. Los objetivos eran comparar las medidas somatométricas, datos sobre menarquia, datos genéticos relacionados con estrés y fibras musculares y comportamiento alimentario en nadadoras con los del grupo control. Por otra parte, se pretendía relacionar los diferentes datos en las niñas nadadoras con su rendimiento deportivo.
Parte muy importante de los objetivos era contribuir a la prevención y detección precoz de TCA y problemas de desarrollo en nadadoras de artística y a su mayor rendimiento deportivo, fundamentalmente a través de la comunicación con las propias deportistas, padres y entrenadores.
Las niñas nadadoras pertenecían a los tres clubes de NA de la Comunidad de Madrid (CN Arcadia, Real Canoe NC y AD Sincro Retiro) que participaban en competiciones nacionales y representaron el 70% del total en la Comunidad de Madrid en la temporada 2016-17. Se establecieron los subgrupos de edad de la Federación Internacional de Natación (FINA), tanto para las nadadoras como las controles: menos de 12 (alevines), 12-15 (infantiles) y 16-17 años (juveniles).
Las nadadoras de artística tienden a ser más delgadas
Las niñas nadadoras se sometieron a controles de medición de talla, peso, porcentaje de grasa corporal y pliegue cutáneo, que mide también el contenido graso. También se obtuvieron datos sobre sus ciclos menstruales mediante encuestas.
Los resultados ponen de manifiesto la presencia de un menor índice de masa corporal (figura 1), pliegue cutáneo y contenido graso entre las nadadoras con respecto a las no nadadoras, así como una edad de menarquia 1,2 años más tarde.

Presión selectiva sobre genotipos resistente al estrés y de deporte mixto
Nos hicimos la pregunta de si, a lo largo de los años practicando este exigente deporte, habría algún tipo de selección de algunos genotipos que permitían un mayor éxito deportivo. Se analizaron el gen 5-HTTLPR, el transportador de serotonina, relacionado con TCA, resistencia al estrés y agresividad, y el gen ACTN3, de la α-actinina 3, relacionado con el tipo de deporte, de fuerza o resistencia.
Como se ve en la figura 2, las nadadoras presentan tendencia a ser portadoras de un genotipo relacionado con resistencia al estrés (genotipo LL del transportador de serotonina) en el caso de las chicas mayores; este resultado puede explicarse por el hecho de que la práctica de la NA selecciona a aquellas chicas con el genotipo más adecuado para soportar el estrés.

En la figura 3 observamos algo parecido en el caso del genotipo heterocigoto RX del gen de la α- actinina 3, que está relacionado con deportes mixtos de fuerza y resistencia.

Realmente la natación artística puede considerarse un deporte de fuerza, puesto que los ejercicios duran pocos minutos, pero los largos entrenamientos obligan a desarrollar también la resistencia.
Mayor riesgo de trastornos de la conducta alimentaria
Para medir el Riesgo de TCA se utilizó el cuestionario EDI-3-RF (screening de riesgo, Garner, 2012). El EDI-3 es una medida estandarizada de fácil aplicación y corrección, que ofrece puntuaciones objetivas y perfiles de gran utilidad para el enfoque del caso y para la planificación del tratamiento de personas con sospecha o diagnóstico de TCA. Permite, además, el establecimiento de cinco tipos de escalas: insatisfacción corporal, riesgo de bulimia, obsesión por la delgadez, miedo a la madurez y riesgo general de TCA.
En total se observaron 23 niñas de las 140 con un rango clínico elevado en alguna de las escalas evaluadas. Aunque la diferencia entre grupos no es estadísticamente significativa (p=0.19), probablemente debido al tamaño muestral, el porcentaje de niñas con rango clínico elevado es más alto entre las nadadoras (12 de 59, 20,34%) que en las niñas control (11 de 89, 12,36%).
Los rasgos clínicos más abundantes fueron el miedo a la madurez en las nadadoras infantiles y el riesgo de bulimia en todas las niñas. Dado que las nadadoras infantiles son sometidas a un duro entrenamiento a pesar de su corta edad (12-15 años), los investigadores interpretamos este resultado como un deseo por parte de las niñas de volver a la comodidad de la primera infancia.
Los datos físicos no se asocian a mejor rendimiento
Para analizar el rendimiento deportivo de las nadadoras, las chicas realizaron unas pruebas: nadar 25 m estilo crol y lanzamiento de balón medicinal, ambas pruebas similares a las que realizan las nadadoras en sus entrenamientos y controles federativos. La primera prueba midió en tiempo y la segunda, en distancia alcanzada con el balón. También se consideraron las puntuaciones en las 4 últimas competiciones de figuras (pruebas individuales), mediante datos obtenidos en las webs de la Federación Madrileña de Natación y de la Real Federación Española de Natación.
El resultado más importante que se obtuvo fue que, exceptuando las correlaciones entre porcentaje de grasa e IMC con el resultado del lanzamiento de balón, no existe correlación entre determinadas medidas antropométricas y rendimiento deportivo, especialmente en puntuaciones oficiales de figuras, lo cual nos permite desvincular delgadez u otro aspecto corporal con el éxito en la NA. Este resultado es importante, dado que esa falsa vinculación que establecen las niñas que la practican y sus entrenadores podría estar contribuyendo a la mayor presencia de TCA entre las nadadoras de NA.
Divulgamos nuestros resultados
Para contribuir a la prevención y detección precoz de TCA y problemas de desarrollo en nadadoras de sincronizada, así como a su mayor rendimiento deportivo, los investigadores de este estudio han realizado charlas e informes divulgativos para padres, entrenadores y deportistas de los clubes y colegios participantes, así como en la sede de la Federación Madrileña de Natación, con muy buena aceptación. Por otra parte, se ha informado personalmente a los padres de aquellas niñas en las que se detectó algún tipo de riesgo. Con esto se pretende revertir directamente los resultados del estudio sobre las niñas participantes.
Los resultados del proyecto se han comunicado a los clubes y colegios que intervinieron en el mismo y en el 14º Congreso Internacional de Ciencias del Deporte y la Salud celebrado en Pontevedra en mayo de 2018.
BIBLIOGRAFÍA
Hagmar, M; Lindén Hirschberg, A; Berglund, L; Berglund, B; 2008. Special Attention to the Weight-Control Strategies Employed by Olympic Athletes Striving for Leanness Is Required. Clin J Sport Med. 18, 5-9. doi: 10.1097/JSM.0b013e31804c77bd.
Mountjoy M.; 2009. Injuries and medical issues in synchronized Olympic sports. Curr Sports Med Rep. 8(5):255-61. doi: 10.1249/JSR.0b013e3181b84a09.
Schaal K, Tiollier E, Le Meur Y, Casazza G, Hausswirth C, 2017. Elite synchronized swimmers display decreased energy availability during intensified training. Scan. J. Sci. Sports 27: 925- 934. doi:10.1111/sms.12716
Robertson, S; Benardot, D; Moun, M; 2014. Nutritional Recommendations for Synchronized Swimming. International Journal of Sport Nutrition and Exercise Metabolism 24:4, 404-
413 doi.org/10.1123/ijsnem.2014-0013.
Garner, 2012. EDI-3. Manual. Ed. Tea SA. Madrid.