
Andrés Manuel López Obrador, candidato de la izquierda, será el próximo presidente de México. Según el conteo preliminar del Instituto Nacional Electoral, López Obrador ganaría con el 53 por ciento de los votos, 31 puntos de ventaja sobre su más cercano contendiente, una cifra mayor que la de cualquier presidente en la historia democrática del país.
Así también, la coalición que le llevó al poder tiene mayoría en el Congreso, tanto en la Cámara de Senadores como la de Diputados. Cuestión que le permitirá desarrollar con mayor facilidad las reformas que se propone, principalmente la educativa y la energética.
Es la tercera vez que AMLO, el político de 64 años, se postula a la presidencia de México. Obtuvo un triunfo aplastante de la mano de una coalición políticamente transversal, que incluye sindicatos, agrupaciones religiosas y sectores tradicionales de izquierda, entre otros, tras una campaña centrada en la guerra sucia y una cantidad significativa de asesinatos de candidatos locales. El cansancio en la ciudadanía que han provocado la violencia y la corrupción en el país llevaron a los electores a castigar al partido gobernante con el voto, pero también les movió la ilusión por un líder que se ha significado por su lucha contra la corrupción y la pobreza.
En su primer discurso como ganador, López Obrador aseguró que su gobierno nada tendrá que ver con dictaduras. Llamó a la reconciliación del país y aseguró que no tolerará la corrupción ni la impunidad de ningún colaborador, de su círculo cercano o de sus familiares. Con el objeto de tranquilizar a los mercados, insistió en la autonomía de Banco Central (Banco de México). El nuevo gobierno mantendrá la disciplina financiera y fiscal, y se reconocerán los compromisos contraídos con empresas y bancos nacionales y extranjeros.
Insistió en que los contratos del sector energético suscritos con particulares serán revisados para prevenir actos de corrupción o ilegalidad. “Si encontráramos anomalías”, dijo, “que afecten el interés nacional, se acudirá al Congreso de la Unión, a tribunales nacionales e internacionales. Es decir, siempre nos conduciremos por la vía legal. No actuaremos de manera arbitraria ni habrá confiscación o expropiación de bienes”, advirtió.
Por otra parte, es conveniente mencionar que el equipo de gobierno que ha presentado el presidente electo es un grupo de profesionales reconocidos en su área de conocimiento, cuestión que los mercados han visto positivamente.
En materia de la relación con el vecino del norte, indicó que, “con el gobierno de Estados Unidos de América buscaremos una relación de amistad y de cooperación para el desarrollo, siempre fincada en el respeto mutuo y en la defensa de nuestros paisanos migrantes que viven y trabajan honradamente en ese país”.
Como retos importantes podemos indicar algunos: las reformas educativa y energética; la lucha contra la pobreza, cerca del 45% de la población; frenar la inseguridad y la violencia; combatir la corrupción; generar mayor credibilidad en las Instituciones y la relación con el gobierno de Donald Trump; migración y renegociación del tratado de Libre Comercio que incluye a Canadá están entre los principales desafíos de quien gobernará de 2018 a 2024.