
La pedagogía, como los tiempos de Bob Dylan, está cambiando. No hay freno ni marcha atrás y así lo demuestra la apuesta firme de la Universidad Europea por la educación interprofesional. “Es un gran movimiento mundial con el objetivo de ofrecer a los profesionales de la salud las competencias y habilidades necesarias para adaptarse a los vertiginosos cambios del modelo de trabajo en equipo y para liderar ese cambio, una práctica colaborativa en beneficio del paciente”, reflexiona Juanjo Beunza, profesor Titular de Salud Pública y Educación Interprofesional y profesor Experto del Plan de Educación Interprofesional de la Facultad de Ciencias Biomédicas y de la Salud de la Universidad Europea. “No ha sido fácil en todos estos años diseñar el plan”, reconoce, pero “solo podemos sentir satisfacción por lo conseguido y el beneficio que supondrá para nuestros estudiantes”. La Directora Académica de esta facultad, Eva Icarán, lo suscribe y añade: “La OMS y su división para Latinoamérica, la OPS, promueven programas de educación interprofesional en las Escuelas y Facultades de Salud. Hace unas semanas, Juanjo Beunza y yo misma fuimos invitados a un grupo de trabajo del Ministerio de Salud de Brasil, punta de lanza de esta transformación, para compartir nuestra experiencia”. Según recalca, la educación interprofesional se produce cuando los alumnos de distintas titulaciones interactúan en el aula y aprenden juntos. “También se aplica al conocimiento y análisis de situaciones reales, prestando atención al desarrollo de competencias como la comunicación, el manejo de la autoridad y la ejecución de roles en equipos multidisciplinares, que son los que el estudiante se encontrará en su incorporación como profesional”, explica. Porque este modelo, refrendado por organismos internacionales, acerca la universidad a la vida real, se pone claramente al servicio del complejo y apasionante mundo laboral que aguarda fuera de la propia comunidad educativa. “La práctica colaborativa que propone la educación interprofesional no es una opción, sino una necesidad que tiene como objetivo, en nuestro caso, el bienestar del paciente, prestarle la mejor atención sanitaria posible”, apunta Icarán.
Versatilidad, competencias y trabajo en equipo
Sin duda, estamos ante un reto por la innovación en la forma y en el fondo. En este sentido, dentro de la educación interprofesional, la Facultad de Ciencias Biomédicas y de la Salud de la Universidad Europea cuenta desde 2016 con el ‘Hospital Simulado’, un impecable diseño que reproduce un hospital real donde se presentan casos clínicos para que los atiendan “los futuros profesionales sanitarios, entre ellos, médicos, farmacéuticos, enfermeras, psicólogos o fisioterapeutas”, enumera Ana María Fernández, responsable de Simulación. “Son unas instalaciones ampliamente versátiles donde desarrollar conjuntamente actividades de diferentes titulaciones en el mismo espacio físico”, que es lo que sucede en la cotidianidad de la práctica clínica. En esta infraestructura tan genuina hay distintas áreas como “hospitalización, consultas, farmacia hospitalaria, zona de habilidades y procedimientos o salas de simulación compleja que se convierten en cualquiera de las estancias de un verdadero hospital, como Urgencias, UCI, quirófano o paritorio, pero son salas que se modulan en función de la actividad y los objetivos del aprendizaje”. Se trata de recrear fielmente el entorno profesional. Y sin salir del recinto académico. Supone una oportunidad exclusiva para convivir con equipos multidisciplinares, tal y como obligan estos tiempos que, desde luego, están cambiando a pasos agigantados.
Calidad de enseñanza, teoría y práctica
Desde la Universidad Europea se pretende optimizar la calidad de la enseñanza teórica junto al desarrollo paralelo de habilidades y competencias imprescindibles para el mercado de trabajo. Así lo plantea la educación interprofesional, que no se circunscribe únicamente al ámbito sanitario. José María Peredo, catedrático de Comunicación y Política Internacional y director de Europea Media, clínica de medios de la Universidad Europea, subraya la importante “experiencia de más de dos décadas en la formación práctica de los alumnos, en la creación y uso de entornos de simulación —medios de comunicación— y, finalmente, una apuesta clara los últimos cinco años por el aprendizaje experiencial”. No en vano Europea Media dispone de un periódico digital (Europea News), una radio (Europea Radio), una televisión (Europea TV), una revista especializada en información política internacional (Observatorio), una agencia de traducción (Traducción Solidaria) y una agencia de publicidad (Europeads). Este conjunto de medios une sinergias, estimula la creatividad y trabaja de forma integrada. “La participación del grupo se hace a través de clases que vinculan su parte práctica a los laboratorios, de manera voluntaria, desarrollando una tarea periódica sostenida, optando así a créditos de libre elección. Y estamos abiertos a alumnos internacionales y a las distintas facultades de la universidad”, expone Peredo, que considera este sistema diferenciador y enriquecedor. Europea Media es, por tanto, otro ejemplo de educación interprofesional, “una referencia entre los ‘media labs’ y medios universitarios. Lidera la Asociación de Radios Universitarias y participa en proyectos de innovación e investigación”, recalca el catedrático.
“Te hace sentir útil en el mundo”
¿Y qué opinan los alumnos de estos proyectos con vocación multidisciplinar? “Conocer a estudiantes de otras disciplinas no solo te enriquece en otros ámbitos, sino que además te permite relacionarte con ellos y eso es posible gracias a proyectos como Fórmula UEM”. Palabras de Asen Lyubenov que, además de mánager de Electrónica, fue el líder del equipo de la Fórmula UEM, el club de alumnos más grande de la Universidad Europea, durante los cursos 2014-2015 y 2015-2016. Ateniéndonos a las tres claves —misión, visión y valores— que exige un buen trabajo colectivo, según él, crece exponencialmente la eficacia del ‘networking’. La misión de la Fórmula UEM consistía en “diseñar y construir un coche de competición capaz de competir en eventos internacionales contra universidades de todo el mundo”; su visión fue “alcanzar los puestos más altos de cualquier competición”; y los valores se traducían en “ser amantes del mundo del motor y no rendirse nunca”. Propósitos que no excluyen a ningún estudiante y que, por tanto, multiplican la posibilidad de éxito. En este caso, los roles abarcaban labores técnicas, asociadas a las características de un automóvil tan especial, pero también tareas de marketing, eventos, logística o comunicación. “Así, la experiencia académica se ve enriquecida porque los alumnos ponen en práctica los conocimientos adquiridos en clase. Ante grandes retos de superación, lo mejor es el aprendizaje. Ver la utilidad de lo aprendido te hace sentir útil en el mundo”, zanja Asen con acierto. Porque, sin duda, la educación interprofesional te hace sentir así. Fabricio Santos es el director de Área de Diseño, Arte y Contenidos Digitales de la Escuela de Arquitectura, Ingeniería y Diseño de la Universidad Europea y responsable de Handsthinking, un Festival de Arte y Tecnología en primavera cuyo origen se remonta a la Semana del Diseño y cuyo nombre se debe al carácter transversal de sus propuestas. “Invitan a la acción en talleres y conferencias interdisciplinares impartidas por reconocidos especialistas que, en muchas ocasiones, son Alumni que están triunfando profesionalmente”. De nuevo, aparece entre líneas este concepto angular de la nueva pedagogía: la educación interprofesional. “La cohesión entre alumnos y profesores de diferentes titulaciones es el verdadero triunfo de esta actividad que traspasa las fronteras interdisciplinares”, comenta Santos. Aquí, los alumnos son los principales dinamizadores del evento, “una semana frenética donde se fomenta que los asistentes salgan de su zona de confort”.
Porque el carácter integrador se erige en un arma fundamental. Como las aptitudes que favorecen la adaptación al cambio constante. Son recursos para anticiparse incluso a puestos de trabajo que aún no existen. Y, en definitiva, este “gran movimiento mundial”, como lo enmarca el profesor Beunza, es una realidad plausible en la Universidad Europea.
La educación interprofesional ha venido para quedarse. Una mirada al futuro con más determinación que nunca.